Los primeros años del bebé, se caracterizan por una gran plasticidad neuronal. Esto significa que su cerebro está aprendiendo todo el tiempo y generando continuamente conexiones neuronales. El amor y el contacto siguen siendo el mejor regalo y el mundo les parece una novedad increíble, todo les resulta nuevo y fascinante. Es esperable que el tiempo de atención en los juguetes sea muy pequeño, porque quieren explorar el mundo completo.
Por eso es importante elegir materiales de calidad, que no sean “cerrados”, es decir que habiliten muchos juegos, que no haya una forma correcta de jugar. Los peques irán creciendo y transformándolos. Esto generará más posibilidades y ampliará el tiempo de uso de esos juguetes.
Así como la etapa hasta el año de vida se caracteriza por explorar los objetos para conocerlos, en esta etapa, empiezan a utilizarlos con una intención (ponerlos dentro, apilarlos, esconderlos, etc.).
Por el desarrollo motriz que alcanzan en esta etapa, hay juguetes que pueden resultarles entretenidos y a la vez le permiten poner en juego, esas destrezas que van ganando y necesitan ejercitar, respondiendo a ese llamado interior que tienen niños y niñas de aprender y avanzar en sus capacidades. Juguetes de insertar objetos, los pronos , los puzles de botón o puzles de pocas piezas que sobresalgan, mesas de descargas, casitas con agujeros por donde introducir piezas, etc.
Además de este refinamiento de sus habilidades motrices, otra característica marcada es el desplazamiento, por lo que suele referirse a esta etapa como la de los “deambuladores”. Acompañando este movimiento aparece el interés por los juguetes de arrastre, con rueditas o diferentes tipos de pelotas, rodaris, juegos de exploración de sus posibilidades físicas, como un buggy por ejemplo (y puede ser un gran aliado para las caminatas cuando ya no quieren ir en coche y los brazos se cansan).
Es también notorio, el cambio en el tipo de juego. Aparece lo que llamamos juego imitativo o funcional. Les fascina combinar objetos y usarlos de la misma forma que lo usamos los adultos (usan por ejemplo una tacita de juguete para darle de tomar a su muñeco, un teléfono en desuso o control remoto para hacer que llaman, etc). Todo lo que les permita recrear las acciones de los adultos y realizarlas, si es “de verdad”los atrapa.
Quieren contribuir y colaborar, por lo que Un kit de objetos de limpieza que les permita limpiar de verdad, dará mucho juego, ocupará su tiempo, dándole la posibilidad de participar de las tareas. Los niños tienen internamente, el deseo de contribuir y pertenecer a la comunidad en la que habitan.
Una cocinita, ollas, un juego de té, un muñeco o bebé blandito, le permitirán replicar las acciones de cuidado que los adultos realizan sobre él o ella o que puede observar en un hermano o hermana más pequeño. Con estos juguetes, ofrecemos un espacio donde jugar a interpretar las diferentes actividades que observa a su alrededor.
Es común en esta etapa, que sientan un gran placer por tirar las cosas por los aires… esto puede parecernos un poco molesto o fuera de lugar, pero es una necesidad real para ellos, vinculada a su desarrollo. Lo que podemos hacer como adultos, es ofrecer materiales acordes para cubrir esta necesidad, sin riesgo para ellos o para el ambiente; pelotas, juegos de bolos, de embocar
Es un buen momento para empezar a presentar algunos materiales de arte, que puedan estar a su disposición por si desean utilizarlos; crayolas o marcadores, pinturas, especialmente destinados para el tamaño de sus manos, que tengan buen agarre. Es importante que sean materiales pensados para niñas y niños de estas edades pues es altamente probable que aún se los puedan llevar a la boca.
Por otro lado, podemos comenzar a dejar a su alcance, sencillos instrumentos musicales. No esperamos que compongan una sinfonía.. pero si que puedan explorar desde todos los sentidos, también desde las cualidades de los sonidos.
Suelen fascinarse con el agua y con su experimentación. A veces resulta difícil para las familias brindar este espacio, que les permita aprender mientras disfrutan. Es por eso que el momento del baño suele ser una gran oportunidad, ofreciendo objetos que floten y se hundan, baldecitos, etc. Incluso juguetes que podrían servir para la playa, ganan juego mientras se bañan.
Si aún no lo han hecho, es un buen momento para iniciar el hermoso camino del amor por la lectura, poniendo a su disposición libros blanditos de tela o de goma, también de cartoné que aunque son rígidos aprenden a manipular con facilidad. A su vez, podemos elegir libros con animales o escenas de la vida diaria, para empezar a narrar. Al inicio solo serán algunas palabras, pero el amor por los libros se inicia desde edades muy tempranas, tiene incontables beneficios, siendo un placer que los acompañará a lo largo de toda la vida.
Espero este resumen que armó Dani para Bichuna te haya sido de utilidad.
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