Jugar no es “tiempo perdido”, ni algo que hacemos para pasar el rato. Jugar, es la forma que tiene la infancia de apropiarse del mundo, aprender de él y transformarlo. Para un niño o niña, no existe diferencia entre vivir, aprender y jugar. Es parte de un proceso único, en el que transcurre su vida.
Jugando se ponen a prueba destrezas, se comprenden y vivencian nociones matemáticas, físicas, se formulan hipótesis y se refutan o comprueban.
Hay juguetes especialmente interesantes para cada etapa de la niñez, pero hay algunos juegos que tienen la singular capacidad de ser “permanentes” .Una vez ofrecidos seguirán dando mucho juego, durante muchos años y en distintos contextos. Veamos algunos de ellos:
Empecemos por aquellos que nos permiten una y otra vez, crear, transformar, imaginar. Juegos que no son nada y pueden serlo todo. Tienen la habilidad de cautivar a pequeños y a adultos, que sin saber por qué, terminan jugando con ellos. Nos conectan con lo lúdico, ese espacio que siempre habita en algún lugar de nosotros.
Entre estos juguetes encontramos los Imanix, el Arcoiris Waldorf, los tegu, juguetes pensados para la construcción pero que por su calidad y por ser juguetes abiertos (no hay una forma correcta de jugar), pueden usarse desde muy muy pequeños hasta muy grandes.
Dentro de esta categoría, podríamos incluir también los instrumentos musicales. Todos podemos experimentar con ellos, más allá de nuestra capacidad o habilidades adquiridas.
Otro tipo de juguetes que deberíamos incluir, son los juguetes de acción y reacción, que permiten construir circuitos donde se generan reacciones a partir de su construcción. Los más pequeños intentarán circuitos más simples y los más grandes (o los adultos si nos los prestan) podremos crear verdaderas obras de ingeniería.
También los juegos reglados (una vez que tienen la edad para comenzar a disfrutar de ellos), entran en esta categoría. Pequeños y adultos pueden encontrar un tiempo compartido, jugando partidas, pensando estrategias y desarrollándolas..
Pensando desde un lugar más simple, hay muchos juguetes que podrían entrar en esta categoría… ¿no es acaso una pelota un juguete permanente también?
Ahora si, terminó este ciclo de entradas sobre el desarrollo del juego en la infancia.
Gracias Dani por este trabajo excelente, por dedicarle tanto!
Seguimos en contacto desde Bichuna y próximamente en nuevas entradas del Blog.
Te mando un saludo y nos estamos hablando
Xime